Ante todo hay que tener fuerza de voluntad. En los primero días de abstinencia, los síntomas más habituales son las ansias de fumar, la ira, frustración o irritabilidad, la ansiedad, el aumento de peso e incluso depresión. En algunos fumadores los síntomas no tienen nada que ver con el estado de ánimo y sufren mareos, vómitos, dolor de cabeza e incluso aumento del sueño.
Todos estos síntomas van desapareciendo con tiempo, en concreto alrededor de una a tres semanas es el tiempo critico de duración de estos síntomas.
Todos los especialistas recomiendan evitar situaciones que puedan a incitar a fumar tabaco como los recuerdos de situaciones en su vida diaria. Algunos de ellos pueden ser, estar en compañía de otros fumadores, sentir tensión o nervios, tomar café, tomar bebidas alcohólicas, etc. Por ello, durante el primer mes se recomienda evitar, en la medida de lo posible, las situaciones o estados de ánimo y lugares que puedan incitar a encender un cigarrillo.
Algunas de las sugerencias que muchos especialista dan a los fumadores que deciden no serlo cuando les da ansias de nicotina es pensar, principalmente, que las ansias pasarán, son pensamientos pasajeros que con la realización de otra actividad puede remitir.
Como sustituto del cigarro puede comer zanahorias, encurtidos, manzanas, chicles o caramelos. Cualquier cosa que neutralice la necesidad psicológica de fumar. Otra sugerencia es realizar ejercicios respiratorios como medida de relajación. Además, existen numerosas páginas web, libros, aplicaciones y especialistas que pueden ayudar en esos momentos.
Algunos de los síntomas o consecuencias de dejar de fumar que más preocupa a la gente es aumentar de peso.
Y es que la falta de nicotina se sustituye con alimentos que ayudan a coger peso, por ello existe un medicamento llamado bupropión que ayuda a contrarrestar el aumento de peso. También, la realización de actividad físico durante 30 minutos al día, ayuda a mantener el peso y la mente distraída para olvidar la nicotina.
Aunque la mejor forma de poder hacerlo es dejarse aconsejar por un médico o especialista que le proponga actividades, ejercicios e incluso medicación acordes con la persona.