La política española, como diría Cervantes, se ha convertido en un verdadero entuerto.
Un entuerto fruto de la locura de algunos y el inmovilismo de otros, que parecen no estar a la altura de una nueva etapa. Miguel de Cervantes fue un hombre normal, que vivió de manera excepcional una época como el Siglo de Oro, y desde el punto de vista de la Cultura y la Literatura, su obra fue muy innovadora suponiendo un soplo de aire fresco a la realidad de la época. Cuánto que aprender de él….
La política hoy necesita ese soplo de aire fresco, necesitamos construir un nuevo Siglo de Oro, y que mejor que hacerlo en el año en el que la Cultura española conmemora el IV Centenario de la muerte de nuestro inigualable Cervantes. No es momento de mirar hacia otro lado, es momento de recuperar la mirada cervantina y escribir nuevas páginas del capítulo de una nueva era política.
El espíritu de Cervantes, ese gusto por el diálogo y por entender al otro como parte de uno mismo. Sin bandos, ni buenos ni malos, sino como ciudadanos libres; como afirmaría Cervantes: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.
No nos debería sorprender la modernidad de la obra de Cervantes, por esa razón fue un incomprendido en su época. En la actualidad, y ahora hablando desde mi experiencia profesional, podríamos hasta hacer películas con “Las Novelas Ejemplares”. Y es que actores, políticos, periodistas, intelectuales, queridos amigos… permítanme una recomendación: no dejen de leer las novelas ejemplares porque fueron trabajos de mucha actualidad en la época.
Así, recordar la obra de Cervantes echando la vista atrás 400 años, supone mostrar desde la actualidad el gran potencial de la obra cervantina a varias generaciones futuras. Generaciones que quizá pueden considerar la obra cervantina lejana a sus inquietudes, pero que sin embargo pueden encontrar en ella una mirada moderna como la que nos encontramos en nuestros días, porque la obra de Cervantes sigue ofreciendo lecturas muy interesantes adaptadas a la realidad en que vivimos.
La cultura ha de ser fuente de inspiración, ha de ser considerada en grande, y por ello no quiero desaprovechar la ocasión para recordar una cita de Miguel de Cervantes y deshacer este entuerto con el que comenzaba: “Señorías, sean caballeros hidalgos, dejen las lanzas y batallas y dialoguen por los intereses del pueblo”.
Esther Ruiz es portavoz de Cultura de Ciudadanos (Cs) en la Asamblea de Madrid.