El pasado viernes Mark Zuckerberg visitó Alemania para reunirse con Angela Merkel y su jefe de gabinete. Una vez allí aprovechó para ofrecer una conferencia pública en la que anunció que Facebook reaccionará con más firmeza contra publicaciones con contenidos racistas o xenófobos.
Recientemente la red social que lidera había sido criticada en el país germano por no haber actuado contra la oleada de posts antiinmigración y racistas que se publicaron recientemente. Alemania ha acogido a un gran número de migrantes y de refugiados, especialmente los últimos cinco meses desde el recrudecimiento del conflicto armado en Siria. Los discursos de odio saltaron cuando en la noche de fin de año se denunciaron más de trescientos abusos supuestamente perpetrados por refugiados y migrantes con “aspecto magrebí”.
Según el Ministro de Justicia alemán, Facebook actúa más rápidamente para eliminar imágenes de contenido sexual que para hacerlo contra mensajes y contenidos racistas o xenófobos. En enero se anunció que las autoridades germanas están trabajando en un acuerdo con Facebook, Google y Twitter para asegurarse de que las leyes tienen prioridad. Mark Zuckerberg respondió que “no hay lugar para ese tipo de contenido en Facebook ni en nuestra comunidad”.
El fundador de Facebook no aclaró el plan a seguir para cumplir dicho objetivo, aunque sí adelantó que se crearía un equipo que trabaje mano a mano con la policía para combatir los mensajes de odio hacia los inmigrantes en su red social. Apostilló que la crisis migratoria es un tema con el que Facebook está cada vez más comprometido.
La red social de Zuckerberg es una herramienta muy usada por los refugiados que huyen de las guerras en Oriente Próximo para comunicarse con sus familiares y amigos y también para crear grupos y comentar las rutas más favorables hacia Europa, según sostiene Frontex, la agencia de la unión europea para las fronteras comunitarias.