En pleno litigio para dirimir si Uber puede, o no, operar en España (algo que, hasta el momento, tiene prohibido) llega a nuestro país una plataforma de economía colaborativa: VizEat. Este servicio funciona de manera semejante a Uber o Airbnb; pero, en vez de compartir vehículo o alojamiento, lo que se comparte es gastronomía. VizEat es un servicio pensado para compartir comida casera.
El modus operandi es bastante sencillo. En la propia web de VizEat se anuncian los anfitriones, que ofrecen distintos menús para servir en sus propias casas. Generalmente se trata de menús caseros, con platos típicos de la zona, ya que este servicio está pensado para que los viajeros, los turistas, se deleiten con la gastronomía tradicional de allá a donde vayan. Éstos, los usuarios, eligen el menú que más les agrada y, posteriormente, se fija una fecha para el evento. La compañía se lleva una comisión del 15% por su servicio y, además, aporta un seguro por si las cosas no salen bien.
VizEat es una startup francesa que inició su andadura en 2014 y está expandiendo geográficamente su negocio. Esta compañía opera en más de 60 países en todo el mundo y, desde 2015, también en España. Jean Michel Petit, CEO deVizEat, declaró que nuestro país iba a ser uno de sus mercados más fuertes, dado que “su tradición culinaria es muy atractiva para la comunidad de viajeros” y también debido al alto interés mostrado por parte de los anfitriones españoles. Esto último basado en una encuesta realizada por la propia VezEat según la cual más del 57% de los españoles participarían en este tipo de ‘cenas compartidas’ y más del 50% estarían dispuestos a organizarlas.
Se trata de una original forma de dar a conocer al resto del mundo los secretos culinarios, las recetas tradicionales que, generalmente, quedan únicamente para uso y disfrute de familiares y amigos. Aunque VizEat no está pensado para ejercer de sustento económico, el precio de la cena se estipula de tal manera que cubra el coste de los ingredientes y el tiempo invertido en cocinarlos; por lo que es una forma de sacarse un dinero por el placer de compartir una buena cena casera, o social dining como dicen los creadores de esta iniciativa.