El departamento creado por Microsoft destinado a la innovación y desarrollo de elementos pertenecientes a la ciencia de equipo y problemas, ha puesto en marcha una nueva forma para conservar la información.
Actualmente, se emplea aire acondicionado en los lugares donde se encuentran los dispositivos de almacenamiento, lo que supone un alto coste energético para la compañía. Además, hace que estos equipos alcancen temperaturas muy altas que dificultan su funcionamiento.
Con el proyecto Natick se quiere demostrar si existe la posibilidad de colocar aparatos debajo del mar, asimismo, conocer las ventajas y desventajas que supondría. Ben Cutler, ingeniero y líder del experimento, ha contado a la plataforma en la red de Microsoft Research lo siguiente: “hemos formado parte de proyectos más grandes y disparatados. El haber conseguido explorar el espacio hace que esta idea tenga mucho más sentido. Sé que es un reto difícil de comprender, pero es también una oportunidad, y una forma de acabar con los límites”.
Uno de los problemas que puede aparecer es la indispensable necesidad de electricidad para el funcionamiento del dispositivo.
Microsoft tiene pensado emplear turbinas que generen la potencia adecuada, lo que es también una forma de no deteriorar el medioambiente. Para trasmitir esta energía se utilizarán cables de fibra óptica que conectarán la zona acuática con la superficie terrestre.
Con esta innovación podrían construirse centros de almacenamiento de datos en mucho menos tiempo. Es un tipo de tecnología que no es tan costosa como la actual y se espera que los dispositivos no necesiten ser arreglados o cambiados antes de cinco años.