Cristina Cifuentes ha empezado con buen pie su etapa como presidenta de la gestora del PP de Madrid. Nos gusta. Nos gusta que las cosas se hagan bien desde el minuto uno, desde que comienza el partido. Y la intención de la también presidenta de la Comunidad de Madrid es reformar la formación madrileña a fondo. De momento, y en la primera reunión oficial de su equipo, ha tomado dos decisiones de gran calado: despedir al exgerente del PP de Madrid Beltrán Gutiérrez, cuyos ordenadores están siendo investigados en el marco de la trama Púnica; y realizar una auditoría para «conocer en detalle» la situación económica de la formación.
No creemos que estas dos medidas sean una suerte de ‘reniego’ de la gestión realizada durante los últimos años en el PP de Madrid de la mano de Esperanza Aguirre. No puede entenderse así porque miembros de la actual gestora lo fueron del equipo anterior. Entre otros la propia Cifuentes y su mano derecha y portavoz del Gobierno regional Ángel Garrido, que lo dejó muy claro el pasado martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno: “Todos los que integran la gestora son personas de antes y después. Yo, incluso fui en la lista de 22 personas que Esperanza Aguirre llevó al Congreso Nacional”.
Nos gusta que arranque cortando por lo malo (lo sano no debe cortarse, sino integrarse). Les va a tocar trabajar mucho. Las elecciones generales del 26 de junio están a la vuelta de la esquina y Madrid volverá a ser una plaza capital.