Francisco Garrigós Rosa (Móstoles, 9 de diciembre de 1994) tiene 21 años, vive al sur de Madrid, en Fuenlabrada, practica judo y es una de las grandes esperanzas del Comité Olímpico Español de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que dan comienzo en agosto. Ha sido campeón de España en múltiples ocasiones y categorías; además de Campeón de Europa y del Mundo Junior.
Son las seis de la tarde y Fran Garrigós contesta al teléfono en un tono distendido, cercano. Va conduciendo camino del Centro de Alto Rendimiento (CAR) para proseguir con sus entrenamientos de cara a los JJOO de Río 2016. Vive en un ajetreo constante, entre estudios, trabajo y judo, sobre todo judo. Manos libres mediante, rechaza amablemente que lo llamemos un poco más tarde, decide hacer la entrevista en carretera: “Luego estaré entrenando, mejor así”. Su cuerpo sigue en España, pero su mente ya está en Brasil.
JUDO
Garrigós comenzó a practicar judo desde muy pequeño, a los 4 años, en un gimnasio de Móstoles. Ahora se entrena en el Judo Club Brunete a las ‘órdenes’ de su amigo y maestro Joaquín Ruiz ‘Quino’, con quien lo ha ganado todo a nivel nacional e internacional. Supo bien temprano que se iba a dedicar a esto del judo al máximo nivel: “Desde pequeño, con apenas 10 años, iba compitiendo en campeonatos de Móstoles, de Madrid… Iba sacando medallas y veía que aquello me iba gustando”.
Compite con los más mayores desde su etapa Junior, algo que le sirvió para -una vez dado el salto a Senior- estar a la altura. “Mi entrenador Quino y yo lo hemos llevado bastante porque hemos ido haciendo competiciones a nivel Senior siendo, todavía, Junior. Todos los fallos que notábamos, todo lo que podíamos mejorar, lo hemos ido corrigiendo durante el año Junior. Ahora dar el salto al máximo nivel es mucho más fácil”.
Cada vez que habla del Maestro Quino, en sus palabras sólo hay admiración y agradecimiento. Llevan unidos casi seis años, desde 2010, y juntos han recorrido un camino plagado de esfuerzo, trabajo y sacrificio, con sus pertinentes frutos deportivos. “Para mí Quino es como si fuera mi segundo padre, lo es todo. Nos ayuda en todo, tanto en judo como fuera del tatami. En cualquier momento él está ahí, se preocupa por todo”.
Fran Garrigós es, actualmente, el 13º del ranking mundial de su categoría (menos de 60 kilos), por lo que está bien situado para participar en Río, le vale con estar entre los 22 primeros. “Todavía quedan bastantes competiciones hasta los JJOO, pero tendrían que pasar un montón de cosas para no estar allí. Es muy difícil que no vaya”. Él, por si acaso, no para el ritmo: “Voy a intentar ir a la gran mayoría de Grand Slams; el día 5 (de febrero) salimos hacia París, a uno de los torneos más prestigiosos. Voy a intentar hacer un buen papel y sumar todos los puntos posibles”.
Sabe que el judo no es un deporte muy mediático en España. Sin embargo, en agosto las miradas de medio mundo y el apoyo de media España se centrarán en lo que haga dentro del tatami, algo que a él no le preocupa. “Que vea mucha gente tu deporte te da más ilusión, que la gente te anime, te apoye… La verdad es que es una pasada”. ¿Presión? Ni hablar: “No siento presión. Cuando estoy compitiendo sólo me concentro en competir y en pensar qué tengo que hacer con el rival. El agarre, si es zurdo o diestro, cuándo y cómo entrarle…”.
Su objetivo de cara a los JJOO es claro: “Me veo ganando una medalla en Brasil, mi objetivo es ese, no voy allí de paseo. Es para lo que he estado entrenando tanto tiempo”. Pero sabe que es difícil y no se confía. “A cada competición que voy me veo siempre subiendo a lo más alto, siempre vas con esa intención. Luego se da mejor o peor…”.
El judo, a Garrigós, le ha brindado grandes momentos. Su mejor recuerdo encima de un tatami se produjo en 2014, al proclamarse Campeón del Mundo Junior. “Justo estoy estrangulando al mongol con el que hacía la final y, en ese momento, saber que eres campeón… Con todo lo que has entrenado y sufrido… También cuando estás en el podio, y suena el himno de tu país…”. Pero a lo largo de su carrera también ha habido contratiempos, tiene un mal recuerdo de su etapa Cadete, cuando se quedó a las puertas de competir en el campeonato de Europa y en el Mundial por una mala decisión del árbitro: “En la semifinal del campeonato de España, una decisión arbitral hizo que no me clasificase. Yo hice una acción y el árbitro se la puntuó al otro”.
Ahora, recientemente operado de su rodilla por un problema de menisco, vuelve a entrenarse al máximo. “Me operaron a mediados de diciembre. Ya he vuelto a entrenar y estoy otra vez al 100%”. Se ha recuperado rápido y en ningún momento vio peligrar los JJOO de Brasil. “No, sabía que era una lesión de poco tiempo de recuperación, de un mes. Durante ese tiempo seguía haciendo preparación física, cogiendo fuerza. Además, tampoco había competición en diciembre”.
ESTUDIOS Y TRABAJO
Compaginar su vida de estudiante con la del deportista de élite fue duro, pero no ha dejado los estudios de lado: “Es difícil porque a partir de Cadete empiezas a hacer más salidas, sobre todo a partir de Junior… Muchas veces estás fuera de casa y tienes que prepararte los exámenes sin poder ir a clase y, claro, no te enteras muy bien de lo que hay. Me centro más en el tema del judo y, poco a poco, en los estudios, sin dejarlos del todo de lado.
Aunque el judo le ‘roba’ la mayor parte del tiempo, actualmente cursa 2º del Grado Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD). “No puedo asistir cuando estoy de viaje. Este año estoy mucho fuera de casa”. Pero tiene la posibilidad de ir sacándolo a distancia, envía los trabajos y se graba realizando las prácticas. En marzo empieza su periodo de prácticas, algo que le va a llevar más tiempo del esperado, dado que tiene que preparar los JJOO. “En vez de tres meses me va a llevar bastante más, porque la olimpiada está muy cerca de marzo. Si en vez de terminar en junio termino en septiembre no pasa nada, lo importante es preparar los JJOO”.
Hace poco, en noviembre, Garrigós inició una aventura empresarial llamada Actividad 360: “Son entrenamientos personales a través de una aplicación online. Los hacen los entrenadores que me están preparando a nivel físico. Se recibe a través de una app de móvil. Es algo que se me ocurrió a mí. Lo hablé con mi padre y dije ¿Por qué no organizar algo así?”. Aunque la idea partió de él, se podría decir que es algo familiar: “Intento ocuparme todo lo que puedo cuando estoy aquí, pero cuando no estoy mi padre me ayuda con todo el tema de la empresa”.
Éste es Francisco Garrigós, un joven de Fuenlabrada al que, posiblemente, en agosto veamos subiendo al podio de Brasil poniendo -como ocurre cada cuatro años- el ojo mediático en aquellos deportes que tanto descuidamos a diario.