La temporada comenzaba de dulce para dos de los nuestros, Pau Gasol y Nikola Mirotic aterrizaban en Chicago tras proclamarse campeones de Europa con la selección española.
En el horizonte, otro año NBA, esta vez bajo los mandos de su nuevo técnico: Fred Hoiberg. En pretemporada las cosas pintaban bien para ellos, pues el mal estado de Joakim Noah, tanto de su físico como de su juego, hacía que Mirotic saliese junto con Pau de inicio. El jugador de origen montenegrino con tan solo 24 años ya era titular, en su segunda temporada y en un equipo con altas aspiraciones como son los Bulls, todo un logro para él.
Sin embargo, la adaptación a esta responsabilidad no es moco de pavo. Más si cabe cuando lo que te exige un equipo de estas características es, sobre todo, intensidad defensiva. Los Chicago Bulls de Tom Thibodeau se habían caracterizado por estar entre los mejores equipos defensivos de toda la NBA, algo que Fred Hoiberg no está logrando en su primera campaña a los mandos. Y uno de los culpables señalados en la ciudad del viento es Nikola, o más bien, la ausencia del mejor Noah.
Cuando Pau Gasol llegó a los Bulls el año pasado con su (injustificada) etiqueta de blando, nadie pensaba que iba a destacar de tal manera tanto en ataque como en defensa -recordemos que llegó a ser titular del All-Star Game-. Se esperaba que Noah hiciese lo suyo en defensa para liberar a Pau en ataque, pero lo que ocurrió es que Pau se comió a Noah en todos los aspectos, fagocitando así los minutos del francés en cancha.
Ahora la historia es otra, el perfil de Mirotic es muy diferente al de sus dos compañeros. Con un rango de tiro más amplio, con más agilidad, pero sin tanta fuerza. Y es esto lo que podría estar debilitando a Chicago, la fuerza bajo los aros. Quizás la combinación ofensiva Pau-Mirotic sea muy suculenta, repleta de talento, pero puede que no la mejor opción para un equipo que aspira a todo. El tiempo nos dirá si esto es cierto o no. Por lo pronto, y hasta que Noah se recupere del todo de sus molestias en la rodilla, Nikola Mirotic debe demostrar que es capaz de rendir a ambos lados de la cancha si quiere mantener su titularidad; capacidad tiene de sobra.