Parece ser que Ciudadanos ya tiene sobre la mesa la propuesta de reforma de la Constitución que… “su grupo de expertos” ha elaborado. Pero nuestra Constitución de 1978, que ha sido la que más tiempo ha estado en vigor de la historia de nuestra Nación y que más progreso y bienestar ha traído a los españoles, le salen continuos “enemigos”.
Por un lado los independentistas y los “podemitas”, por otro el PSOE, obsesionado de cambiar lo que sea y poder así, encajar su “discurso” en Cataluña y en el País Vasco para que se acople con calzador al resto de España. Y ahora aparece Albert Rivera, que obsesionado con dejar a todos viejos, renegando de los padres de nuestra Carta Magna: (Gabriel Cisneros (UCD), José Pedro Pérez-Llorca (UCD), Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (UCD) Miquel Roca i Junyent (Pacte Democràtic per Catalunya),Manuel Fraga Iribarne (AP), Gregorio Peces-Barba (PSOE),Jordi Solé Tura (PSUC) y buscando unos padres de “alquiler” Francesc de Carreras, Rodrigo Tena o Francisco Sosa Wagner para demostrar lo moderno que es él y lo “antiguos” que somos todos. Es que ya sabemos que todos los que seamos mayores que él, estamos de “prestado”.
Según dicen los medios…”Los de Rivera creen que esas transformaciones deben afrontarse, sí o sí, en la próxima legislatura. Apelan al diálogo y al consenso para emprender las reformas y hablan de la necesidad de conseguir una mayoría equiparable a la que aprobó por consenso el texto constitucional hace ahora 35 años…”. Pues ya puede empezar “el tajo”, empezando por ejemplo por Arthur Más, la Cup, Pedro Sánchez y acabando con Pablo Iglesias y Bildu.
Tengo el convencimiento que existen muchos millones de españoles que tenemos claro, lo peligroso y arriesgado que es cerrar un “melón”, que todos quieren abrir para hacer añicos a España.
No sé, si este “joven” líder que nos deja a todos “viejos”, es consciente de los riesgos que nos acechan. Esta inestabilidad es lo peor para confirmar el buen camino del crecimiento económico. Quizás no sabe que medir y calcular los tiempos es una herramienta imprescindible en política.
Lo que puede hacer de momento, es bajar al ruedo y dejarse de tantos platos de tv y concretar sus propuestas para no “bailar” en la continua ambigüedad. La UCD, que tanto cita, se “quemó” políticamente durante años muy duros, para cumplir el papel que los españoles le habían encargado. Y los dirigentes de la UCD, como auténticos “patriotas” no dudaron en hacer lo que la Historia les encargó.