En el ámbito sindical les gusta acuñar el concepto de «otoño caliente». Pues sí, el escenario social y político en España va a estar «entretenido».
Las próximas elecciones catalanas, el desafío secesionista y la visión en el horizonte de elecciones generales en diciembre van a producir un gran «estrés» político y social en el país de la piel de toro.
A partir de aquí se plantean nuevas incógnitas que se irán desvelando antes de que llegue el año 2016.
¿Qué será de la candidatura «no encabezada por Artur Mas»?, ¿Conseguirán la mayoría para la declaración unilateral…?, ¿Será el despegue de Ciudadanos o el efecto Albiol generará la remontada y el impulso político del Partido Popular que frene el sueño de Rivera de verse en la Moncloa?
Y por último: ¿Que le ocurrirá al Bipartidismo?,¿Ha digerido ya, la sociedad española el «primer plato» de los nuevos partidos, cometiendo desde el primer minuto los mismos pecados de los que acusaban ellos a los otros?
Según nos marcan las primeras encuestas el PP comienza una ligera remontada, cambiando caras y formas. El PSOE con sus vaguedades y sobre actuaciones (un día cantan «las Corsarias» y al día siguiente quieren vestir a España Federal), sube lentamente, pero no lo suficiente. A Podemos les ha regalado un caramelo envenenado (en los nuevos gobiernos locales «ya se les ve el Plumero») y eso les empuja al vacío y la bajada en las encuestas mes ames. Y el «Gentelman» Rivera en el limbo de la equidistancia, salta de plató en plató con el GPS en la mano intentado subirse al espíritu de la UCD y comenzando un descenso de las encuestas porque quizás ya «está muy visto» y los dobles y triples raseros le han pasado ya factura.
No hay que olvidar que la base electoral de Rivera esta en los jóvenes procedentes del PP. Pero no debería olvidar que son éstos y no el colectivo de más de 50 años los más volátiles. En los estudios de mercado se demuestra que el tiempo medio de fidelización de este segmento de población a una entidad financiera o una empresa de telefonía es inferior a dos años. Es decir que para los jóvenes los «candidatos» son objetos de consumo con fecha de caducidad y en los tiempos que vivimos la «moda» pasa muy rápido.
Como resumen, podemos afirmar que quedan unos meses trascendentales para la Historia de nuestra España y no debemos olvidar que entre todos con nuestro voto, decidimos el destino para » toda la eternidad».
Se aceptan apuestas…….