Serán siete, tantos como estrellas en la bandera madrileña, los representantes de los partidos políticos en el Consejo de Administración de Telemadrid.
Siete como las Maravillas del Mundo y los Pecados Capitales. Y como los ángeles que, según Cornelio Agrippa, componen la vanguardia celestial.
Siete son Los Magníficos… y siete también los enanitos de la inocente Blancanieves.
La reputación del 7 como número de la suerte alcanza incluso al roto en la trasera del pantalón vaquero (un siete) siempre que sea una mediática ‘it girl’ o David Beckham quien lo lleve.
En este caso, sin embargo, no se ha aplicado magia alguna, sino prestidigitación política, al reducir de nueve a siete el número de Consejeros en Telemadrid.
Se trata de afinar el mecanismo de control para, conservando el algoritmo, pasar del 3+3+2+1, que entregaba las llaves de la fantasmagórica fortaleza a PSOE&PODEMOS, al mucho más socorrido 3+2+1+1, que deja en manos del Partido Popular y Ciudadanos el legado más turbio de las recientes décadas.
Todavía a fecha de hoy, con la excusa de la nueva Ley, no se ha renovado el Consejo de Administración. De manera que siguen al frente los que han perpetrado la gestión de la TV pública que se impuso durante la última legislatura: los mismos que han desprestigiado el medio hasta lo escandaloso en peligrosa connivencia con el mercantilismo y la manipulación. Y mostrando una flagrante ineptitud.
Para no quemar a otros, serán éstos, a lo bonzo, quienes deberán aguantar hasta las próximas Elecciones Generales.
Habituados al contubernio y las componendas, durante los próximos meses se concentrarán en la caza y captura de airosas salidas personales, engrasando la puerta giratoria: por ejemplo, adjudicando contratos millonarios a empresas afines. Porque muy afín parece Telefónica considerando que el actual Presidente del Consejo de Administración, Arturo Moreno, es antiguo directivo de la multinacional. Y el anterior Director General, José Antonio Sánchez, ahora al frente de RTVE, está en situación de excedencia con la misma compañía…
En el presente anteproyecto de Ley se insertan, desde luego, magníficos propósitos de pluralismo y sensibilidad social: prosa poética.
Lo cierto es que los fríos números contradicen la supuesta voluntad de “interferencia cero”, recientemente proclamada en la Asamblea por la Presidenta de la CAM, Cristina Cifuentes.
Fallaba la prueba del nueve al comprobar el resultado, y se ha optado, elegantemente, por alterar la aritmética para que, acorde con los intereses partidistas, salgan las cuentas.