El capitán del Real Madrid durante los últimos cinco años, Iker Casillas, ha dicho adiós al club de toda su vida tras alcanzar un acuerdo con el Oporto, donde vestirá –por primera vez desde que era benjamín– la camiseta de otro equipo que no sea el merengue.
Al amparo de Julen Lopetegui, exportero madridista y compatriota, Casillas ha optado por aceptar una buena oferta, un destino ganador y un proyecto que ya demostró el pasado curso que va muy en serio. Los portugueses fueron cuartofinalistas de la Champions cayendo eliminados por el Bayern de Múnich de Guardiola.
Casillas, de 34 años, ha elegido una Liga menor, sin tantas exigencias como la española, pero sobre todo, ha escogido una nueva vida. Una forma de alejarse de la polémica constante y de las críticas que lleva recibiendo –con más o menos razón– desde un año después de la llegada de José Mourinho al banquillo del Santiago Bernabéu. Primero fue Adán y después, Diego López, quienes le arrebataron el sitio.
El cancerbero de Móstoles, después de toda una vida vistiendo de blanco, ha visto cómo se ha retirado Xavi del Barcelona, la veneración de los romanistas con Francesco Totti, o el respeto absoluto del Juventus Stadium por Buffon y Pirlo, más allá de cuando no tienen un buen día. Steven Gerrard abandonó Anfield entre lágrimas y a Ryan Giggs le pasó algo parecido hace dos temporadas en Manchester.
Sin embargo, esto no le ha ocurrido a Casillas, que hace tiempo que dejó su vitola de santo, para convertirse en el enemigo de parte del madridismo. Casillas no tendrá al Bernabéu rendido a sus pies, no se despedirá en un partido oficial y tampoco tras un año de buena cosecha –todo lo contrario–. Casillas dirá adiós a la que ha sido su afición este viernes a mediodía.
Algo similar le ocurrió a Raúl González, cuya directiva en aquel momento parece que no quiso hacer ruido ante el adiós de uno de sus mitos en la historia. Guti también terminó de una forma muy extraña, sin la presencia del presidente y con una austera –en reconocimientos– rueda de prensa tras toda una vida en el equipo de la capital.
EL NACIMIENTO DEL SANTO.
Así se le bautizó desde los medios, por su capacidad para hacer paradas comparables casi con milagros. Casillas ha protagonizado momentos históricos –aquella intervención de Perotti en el Pizjuán– o las múltiples paradas que supusieron la novena Copa de Europa del Real Madrid, la segunda en su palmarés con apenas 21 años.
Desde ahí, a partir de 2002, Casillas decidió que nunca más volvería a perderse una final de la Champions tras ceder su sitio a César Sánchez toda la temporada. Éste se lesionó y Casillas apareció para salvar al Madird con el Leverkusen. Su reacción le llevó a ser la bandera de multitud de momentos únicos que habían hecho de Iker un portero intocable.
De hecho, fue Guante de Oro en el Mundial de 2010, con otra actuación memorable ante Robben, pero Casillas fue mucho más para el Real Madrid en aquel campeonato de Sudáfrica. La madurez le permitió conseguir no sólo muchos títulos con el Real Madrid, sino todos los posibles con la selección española a excepción de la Confederaciones.
Esta plusmarca le permite ser el único jugador en el Mundo que ha levantado todos estos trofeos como capitán. Además deja el Real Madrid ostentando el récord de minutos imbatidos en toda la historia del club (962) y el más joven en debutar en Primera: El 12 de septiembre de 1999 con 18 años y 115 días.
UN PALMARÉS ENVIDIABLE.
Echando un vistazo a la sala de trofeos de Iker Casillas, no falta ninguno. A nivel de clubes ha ganado todos los más importantes y con la selección española, también. Un total de 16 temporadas y 725 partidos con el primer equipo con el que ha conquistado 19 títulos.
Tres Ligas de Campeones, cinco Ligas españolas, dos Copas del Rey, cuatro Supercopas de España, dos Supercopas de Europa, dos Copas Intercontinentales y un Mundial de clubes. Todo ello en una carrera que sólo se ha visto empañada en el último tramo, quizá, en esta última temporada en la que no ofreció su mejor nivel.
Casillas, cuyo futuro pasó por Roma y Arsenal, finalmente no abandonará la Península para seguir jugando al fútbol. El meta madrileño ha firmado dos temporadas con opción de ampliar a una tercera y el acuerdo económico no ha trascendido. Casillas tenía contrato con el Real Madrid hasta la campaña 2016-17.