Pocas cosas tiene de las que alegrarse Florentino Pérez estos días. Una de las que le han hecho evadirse de la situación del equipo de fútbol, ha sido la consecución del cuarto título de la temporada del Real Madrid de baloncesto. Sí, han leído bien, cuatro títulos esta temporada.
Lo han ganado todo: Supercopa, Copa, Euroliga y hace un par de días la Liga. Temporada prácticamente irrepetible. El máximo artífice de estos logros ha sido Pablo Laso, cuestionado durante la pasada campaña, pero que siempre ha sido fiel a sus ideas y ha resistido en un puesto que en el Real Madrid es difícil de mantener más de 3 años. Él acaba de sumar su cuarta temporada al frente del conjunto blanco y esperemos que sean muchas más. Metódico y minucioso, no deja escapar un sólo detalle. Y esta temporada sobre todo, en la que aparte de haber fichado jugadores y no cromos, ha sabido sacar el máximo rendimiento de cada uno de ellos.
Ganar el cuarto título de la temporada, ante tu máximo rival, en su casa, y arrollándole debe ser una sensación orgásmica y más sabiendo que el Barcelona ha sido incapaz de ganarte un solo partido. Por fin se hace justicia con este equipo y con este entrenador, que aún llevando a las fases finales de las competiciones a su equipo, no acababa de rematar con títulos, aunque con éste suma ya 9 en su palmarés.
Una gran planificación de la plantilla y un convencimiento firme de unas ideas, han llevado al Real Madrid al Olimpo de los ganadores. Jugadores como LLul (MVP de la Supercopa y del final de la Liga), Nocioni (MVP de la Final Four), Rudy (MVP de la Copa ) y Felipe Reyes (MVP de la temporada regular) han sido la base sobre la que se ha sustentado este equipo. Pero no hay que olvidarse del resto como Sergio Rodríguez, Carroll, Maciulis, y Slaughter. Ninguno se ha quedado sin haber aportado su granito de arena a esta excelsa temporada.
Solo se puede dar la enhorabuena a este equipo por haber conseguido algo que va a ser muy difícil poder volver a repetirlo. Y también darles las gracias por habernos regalado una temporada con un baloncesto atractivo y entretenido y con un final que ni en los mejores sueños se podría haber imaginado.