La empresa SHA Wellness contará durante los próximos cuatro años con 160 metros cuadrados en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas repartidos entre las terminales 4 y Satélite para ofrecer a viajeros y trabajadores un centro de belleza y salud aprovechando sus tiempos de espera.
A principios de abril, la compañía abrió su centro Esenza by Sha en la Terminal Satélite, al que había seguido apenas un par de semanas antes la apertura de la instalación de la T4. Ambas concesiones, que dan empleo a unas 25 personas, se han puesto en marcha a instancias de Aena y se mantendrán al menos durante los próximos cuatro años.
«La filosofía es crear un mundo más saludable, no entender la salud únicamente como una ausencia de enfermedad sino como un estado idóneo de equilibrio, vitalidad, peso adecuado y buena apariencia», explica Alejandro Ballester, vicepresidente de Marketing y Ventas de SHA.
Para ello, se ha trasladado al aeropuerto el concepto que funciona desde hace años en el Wellness Center de Altea, y que pasa por aunar una oferta alimentaria «macrobiótica, saludable y de temporada» con un servicio de belleza y una oferta de masajes y bienestar.
Todo adaptado a los tiempos de los que disponen los pasajeros que utilizan estas terminales, que al ser de donde salen la mayoría de vuelos de largo recorrido, tienen esperas más largas. No obstante, la intención de SHA también es dar servicio a los propios trabajadores del aeropuerto.
En concreto, el centro de la terminal Satélite cuenta con un punto de venta de comida saludable, cuya carta incluye tanto zumos o cócteles con frutas de temporada como todo un menú «sano, sin aditivos ni conservantes» tanto para comer in situ como para llevar. «Comida para hacer un viaje ligero, sin sensación de pesadez», explican desde la empresa. En la T4, al tratarse de un local más pequeño, sólo se da servicio para llevar.
Además, ambas instalaciones tienen venta de snacks saludables, complementos dietéticos o fruta fresca, junto con otros productos de belleza o relax. Los precios de la oferta gastronómica están «en línea con la de otros establecimientos del aeropuerto», con lo que se puede tomar un café ecológico desde 2 euros, un gazpacho por 5,95 euros o una tarta de chocolate por 4,75 euros.
La otra parte de los centros Esenza by SHA son los tratamientos corporales y de belleza, que incluyen tanto masajes exprés de unos 20 minutos por unos 30 euros como tratamientos más profundos de espalda, piernas o pies, cuya duración se eleva hasta los tres cuartos de hora y su precio, hasta casi 70 euros.
Los profesionales de los centros, formados por la propia empresa, también ofrecen tratamientos faciales, y existe un servicio de estilismo en peluquería, de depilación con cera o con hilo, y de manicura y pedicura. Todo con tiempos adaptados al funcionamiento del aeropuerto.
El perfil medio del usuario de estos establecimientos es el de un viajero internacional tanto hombre como mujer, aunque también se trata de atraer a los trabajadores del propio aeropuerto, que cuentan incluso con descuentos que se podrían extender también a los pasajeros de varias aerolíneas con las que SHA está en conversaciones.
Según trabajadores del centro de la terminal Satélite, de momento las mujeres solicitan más tratamientos faciales además de peluquería -muchas son azafatas o trabajadoras del aeropuerto- mientras que los hombres se decantan más por los masajes.
De hecho, desde SHA aseguran que la acogida en este mes escaso que llevan abiertos ambos locales ha sido «excelente». «Día a día va aumentando el número de pasajeros que nos visitan», asegura Ballester, que reconoce haber recibido más de una veintena de solicitudes para replicar este concepto en otros aeropuertos internacionales y de alto tránsito
No obstante, el responsable de Marketing de la empresa admite que de momento esperarán a «rodar y perfeccionar la oferta» disponible en Madrid antes de lanzarse a nuevos proyectos. Los dos centros están abiertos de lunes a domingo de 7 a 22 horas.