Cada día surgen en la red más vídeos grabados gracias a drones –nombre que reciben los aviones no tripulados-, aunque la mayoría terminan estrellados porque muchos usuarios no saben utilizarlo. La gran novedad en este campo llega ahora de la mano de la compañía Lily Robotics, que en 2016 lanzará al mercado el primer drone que sigue al usuario donde vaya.
Lily Camera, nombre que ha recibido el dispositivo, tiene una autonomía de unos 20 minutos y puede alcanzar los 40 kilómetros por hora. Está diseñado para volar a una distancia mínima del usuario de 1,5 metros y máxima de 30.
Para realizar el seguimiento, este drone utiliza un rastreador de GPS que se coloca en la muñeca protegido por una carcasa, parecido a un reloj de pulsera. Este GPS es el que permite a Lily saber a la distancia que debe ir, además de si el usuario está saltando o cayendo, para así grabar de manera automática a cámara lenta.
Para que comience a grabar sólo es necesario lanzarlo al aire, y para aterrizar se realiza mediante un botón que se encuentra en el dispositivo de la muñeca. La cámara tiene una cobertura de 94 grados, es resistente al agua y los ajustes se pueden hacer por control remoto desde el teléfono móvil. Además, Lily cuenta con un micrófono integrado.
Aunque saldrá a la venta durante el próximo año, ya se puede reservar al precio de 499 dólares, cifra bastante reducida, puesto que cuando salga al mercado su coste será de 899 dólares.